La disputa entre Mauro Icardi y Wanda Nara sumó un nuevo capítulo, esta vez atravesado por la preocupación del futbolista respecto del entorno al que están expuestas sus hijas. El motivo: un video difundido y eliminado pocos minutos después, en el que se observa a Martín Migueles, actual pareja de la empresaria, acariciando la espalda de una de las niñas mientras dormía.

La situación motivó la intervención de Elba Marcovecchio, abogada de Icardi, quien viajó a Milán para atender el caso y presentó una advertencia judicial. Durante una entrevista con Mariana Fabbiani en el programa DDM, la letrada explicó que la presentación no busca denunciar un delito, sino alertar al juez sobre una situación inadecuada.

“No se está denunciando ningún delito. Lo que se le dice al juez es que se advierte una situación grave, una situación que no debe pasar. A los chicos no hay que tocarlos. Punto final. No hay que tocarlos”, enfatizó Marcovecchio desde Italia.

La abogada explicó que el reclamo de Icardi está motivado por su inquietud respecto a la influencia de Migueles en la vida de las menores y por las decisiones de Nara en torno a las personas que las rodean.

“Lamentablemente, las elecciones de la madre no son buenas”, expresó, aludiendo también a relaciones previas de la empresaria que, según el entorno del jugador del Galatasaray, habrían generado episodios similares de preocupación.

Marcovecchio relató que su viaje a Milán tenía inicialmente fines laborales, pero que la situación la llevó a involucrarse directamente.

“Mucho trabajo, y lo que parecía un trabajo básicamente de organización, que ya es complejo, se le sumó esta gran preocupación de Mauro”, comentó.

El video en cuestión, que permaneció en redes durante apenas diez minutos, muestra a Migueles haciendo “mimos” en la espalda de una de las hijas del futbolista y la mediática. Si bien no hay contacto con partes íntimas ni indicios de abuso, la escena reactivó el conflicto entre ambos y abrió un debate sobre los límites en el trato hacia los menores.

“¿La mamá está en condiciones de ejercer el cuidado de las nenas? ¿Puede decir que conoce a Migueles tanto como para asegurar que esa situación no fue nada? Esas son las preguntas que se le está haciendo al juez”, planteó la abogada.

Consultada sobre si reaccionaría igual en un caso sin antecedentes, Marcovecchio fue tajante: “A los nenes no hay que tocarlos. Y voy a ir a un tema muy polémico: la educación sexual desde temprana edad es muy importante. Los chicos tienen que saber que su cuerpo es suyo, que ningún adulto debe tocarlo”.

La abogada también cuestionó la decisión de publicar el video desde el entorno de Nara, lo que a su entender revela tensiones internas: “Este video fue subido por ellos mismos y borrado a los diez minutos. Si eligen mostrar eso, hay que preguntarse qué está pasando puertas adentro”, advirtió.

Aunque Marcovecchio aclaró que no existe una denuncia penal, su intervención busca prevenir situaciones similares y proteger el bienestar de las menores. El caso vuelve a poner en el centro de la escena la exposición pública de los hijos de famosos y la responsabilidad de los padres en entornos familiares complejos, donde los límites entre lo privado y lo mediático se vuelven cada vez más difusos.